Aunque nacida en La Plata, República Argentina, en 1928, Lily Salvo residió cuatro décadas en Montevideo donde estudió en el Taller Torres García. Hizo algunas muestras individuales poniendo en evidencia la soltura en el trazo y la energía sensual que recorría sus composiciones, hasta que se marchó, dictadura mediante, a Florencia en 1974, y a Roma, a partir de 1985, en constante creación en diversas expresiones (dibujo, grabado, pintura, escenografía), cosechando elogios variados de los críticos en sus numerosas presentaciones en distintas ciudades peninsulares.